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Placas solares en invierno: ¿el frío afecta a la energía fotovoltaica?

La energía fotovoltaica es una de las grandes revoluciones de los últimos tiempos. Su instalación, cada vez más sencilla y económica, permite a los que ya se están aprovechando de sus beneficios ahorrar en su factura de la luz mientras cuidan del medio ambiente, e invita a aquellas personas interesadas en realizar una instalación fotovoltaica en su hogar o empresa a informarse sobre los tiempos y el precio que requieren las placas solares.

 

Sin embargo, una de las preguntas que más reciben los instaladores tiene que ver con la eficiencia (o el funcionamiento) de las células fotovoltaicas en invierno. Por ello, hoy, en IMEBA Soluciones Eléctricas, contestamos a si el invierno (y el frío) afecta a la producción de energía fotovoltaica.

 

En primer lugar, un rotundo sí: las placas fotovoltaicas funcionan también en invierno. Aunque la imagen que suele asociarse a estas instalaciones es de una gran extensión bañada por un sol primaveral, las placas solares absorben energía de una forma muy parecida durante todo el año, ya que la energía fotovoltaica se produce gracias a la luz solar, no al calor. Sin embargo, cabe señalar un matiz respecto al invierno, y es que existen menos horas de luz durante esta estación (en promedio, hay unas 15 horas al día en verano, frente a unas 10 en invierno). Por suerte, Castilla-La Mancha es una de las zonas de España con más horas de luz solar en invierno, por lo que la eficiencia de una instalación fotovoltaica mantiene una regularidad más destacable que en otras áreas del país.

 

La idea de que el frío reduce la producción de energía fotovoltaica, de hecho, es una falsa concepción: aunque en verano hay más horas de luz solar, el calor de esta estación afecta negativamente a la eficiencia de las placas, que rinden de una forma más estable con temperaturas medias o incluso bajas.

 

A la hora de tomar la decisión de instalar placas solares en tu hogar, debemos plantearnos que se trata de un “cambio a largo plazo”: una instalación, en buenas condiciones, puede durar entre 25 y 30 años, y comienza a ser rentable mucho antes. Por ello, la estación en la que decidamos dar el salto a la energía fotovoltaica es un asunto anecdótico, ya que la rentabilidad se mide en periodos más largos.

 

Ahora que ya sabes que una instalación fotovoltaica es prácticamente igual de rentable en cualquier estación del año, ¿a qué estás esperando? Ponte en contacto con IMEBA Soluciones Eléctricas, y te ofreceremos un presupuesto personalizado para tu hogar o empresa.

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